Lamentablemente el sueño de la palista del Club de Remo y Náutica no se pudo cristalizar, por un increíble problema burocrático no resuelto a tiempo Candela Acosta no estará representando a la Argentina en el Mundial de canotaje de Pietermaritzburg, del 7 al 10 de septiembre.
La palista debía tomar su vuelo desde aeroparque hasta Brasil el sábado a la madrugada, de allí haría escalas hasta llegar a Sudáfrica el domingo 3. Pero ni ella ni los otros siete compañeros de la Selección (menores de 18 años) pudieron tomar el vuelo ya que les exigían desde el país africano que los permisos firmados por sus padres para salir del país debían estar traducidos al inglés.
Sin haber tiempo para hacer la traducción en el lugar, el vuelo salió y los ocho argentinos debieron quedarse en Argentina, con la idea de hacer la correspondiente traducción y salir el lunes 4. Pero la aerolínea no les reconoció el pasaje, no le permitieron cambiarlo de día y la única manera de viajar era sacando un nuevo ticket, algo económicamente imposible debido a lo oneroso del costo al comprarlo de un día para el otro y el sacrificio que las familias y amigos de cada uno de los chicos ya había hecho para poder lograr juntar el dinero.
La angustia y tristeza caló hondo en cada uno de los deportistas y particularmente en el Club de Remo y Náutica de Escobar, que tanto ayudó a su palista para que Acosta esté en aguas sudafricanas. Eduardo Fernández, vicepresidente del club, le dijo a El Deportivo Web: “Estamos muy tristes, Candela tendría que estar ya en Sudáfrica entrenando y no pudo viajar, era imposible juntar los casi $60.000 para comprar los pasajes en 24 horas. Fue increíble lo que pasó”.
Por su parte Candela, se expresó en las redes sociales acerca de su frustrada participación, y autorizó a este medio periodístico a reproducir sus palabras: “Qué triste. Sólo pienso en mis viejos que entregaron el alma para juntar plata. En todas las personas que me ayudaron comprándome una rifa, una torta, ayudándome con lo que podían. Ahora siento que los defraudé, no viajé… ¡Mis sueños se esfumaron en el aire! Estaba tan contenta haciendo la fila para despachar la valija cuando nos rebotaron los permisos de viaje llamados «libre hasta los 18» y nos pidieron los permisos traducidos en inglés. Ningún junior tenía ese permiso porque nadie nos avisó. No quiero echarle la culpa a nadie.
Pero me apagaron el sueño de participar en un Mundial del deporte que tanto amo. Les digo la verdad, no sé si yo iba a salir Campeona Mundial, si iba a entrar en el podio, en el Top 5, en el Top 10 o última, no lo sabía. Pero el sólo hecho de correr UN MUNDIAL me llenaba de orgullo y sé que iba a llenar de orgullo a muchas personas que estuvieron ayudándome en todo momento.
No sé cómo seguir después de esto, pero como siempre, remándola, con nuevos objetivos. Gracias a todos lo que hicieron hasta lo imposible para que tengamos la chance de viajar. Ya vendrán tiempos mejores”.
Fotos: Laura Espuña
