Después de 80 días de entrenar únicamente arriba de una cinta en su casa y seguir una rutina limitada, la atleta Daiana Ocampo consiguió el permiso para salir a trotar libremente. El beneficio se debe a su condición de ser una deportista que tiene muchas posibilidades de clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio que se harán el año próximo y que este año se suspendieron por la pandemia.
Ocampo es oriunda de Pilar, pero vive en un barrio privado de Loma Verde y desde el pasado domingo puede hacer su entrenamiento con normalidad, siguiendo las normativas sanitarias. El permiso lo gestionó a través de la Municipalidad de Pilar (porque el barrio donde reside tiene jurisdicción en Zelaya) y la Confederación Argentina de Atletismo (CADA).
“Gracias a una carta que envió el Comité Olímpico Argentino pude retomar los entrenamientos, se revió mi caso y me dieron permiso. Se analizó el lugar donde vivo, que es mucho campo, abierto. Y el domingo hice un fondo largo que súper disfruté y se me pasó muy rápido a pesar de que hice 28 kilómetros”, comienza contando Daiana a El Deportivo Web sobre su vuelta a la “normalidad” en plena inactividad deportiva por el COVID-19.
La destacada atleta venía haciendo cargas semanales de más de 100 kilómetros sobre la cinta fija así que no tuvo problemas en pasar a trotar a la calle. Su permiso no tiene limitaciones, puede entrenar doble turno y el tiempo que considere necesario, por ser una profesional del atletismo.
“Tengo la motivación de ir a correr el campeonato del mundo de media maratón (21k) en Polonia, el 17 de octubre. Es un gran objetivo para seguir, gracias a Dios me siento muy bien. No perdí la motivación que es muy importante y a muchos deportistas les pasó, es muy duro para un corredor estar encerrado en casa, pero había que respetar la cuarentena y yo la cumplí a rajatabla”, señala Ocampo, tratando de focalizarse en lo que vendrá.
Dueña de un físico privilegiado, su sueño de clasificar a los Juegos de Tokio sigue vigente. A pesar de la delicada situación sanitaria Ocampo se prepara y nunca baja los brazos.