En sus 65 años de historia la Liga Escobarense de Fútbol ha tenido muy buenos equipos. Muchos de ellos son recordados a lo largo del tiempo por su forma de jugar, su temple, la jerarquía de sus planteles y los resultados deportivos que consiguieron dentro de la cancha.
En 1992 el club Defensores de Maschwitz dio una exhibición en el campeonato local, ganando el torneo y sumando, en ese momento, el cuarto título dentro del palmarés de la Liga Escobarense tras una sequía de 20 años. El último viernes los integrantes de ese grupo se juntaron en la sede del club para comer un asado, volver a encontrarse después de mucho tiempo y recordar esas anécdotas inolvidables que solo el fútbol es capaz de dejar.
Con Mario “Tano” Stampone como uno de los organizadores de la cena, recordado y talentoso número 10 de ese equipo, el evento tuvo muy buena asistencia de ex compañeros. Hasta Christian Rudzki (75), entrenador del plantel, estuvo allí, disfrutando de una noche plagada de recuerdos y emoción.
“Después de tanto tiempo es algo fuera de lo común encontrarme con amigos que uno dirigió hace muchos años. Me encantó estar con todos los muchachos, disfruté de la noche”, señaló el DT, ex jugador y campeón de la Copa Libertadores con Estudiantes de La Plata en los años 1969 y 1970.
Foto de la revista Sólo Fútbol, temporada 1992/93 para los de Maschwitz
Acerca del grupo que supo dirigir, el compromiso que sentían los jugadores y el amor por la camiseta, el “Polaco” expresó: “En esa época no había dinero de por medio, algunos venían de Tigre, otros de Pacheco, así había varios. Lo que quiero decir es que venían gratis, no tenían un sueldo, pero se sintieron tan bien en el equipo que hicieron algo extraordinario. Llegamos a competir en el Torneo del Interior y salimos campeones de la Liga Escobarense, quiere decir que se hizo un muy buen trabajo”.
Uno de los tantos buenos futbolistas que tuvo aquel equipo de Defensores era el zurdo Daniel Verón, un marcador central de marca segura y buen juego aéreo, que después pasó con éxito por el multicampeón Polideportivo de Grand Bourg.
“Soy un agradecido a la vida por haber compartido tantos momentos con grandes compañeros. Sentimos la misma pasión por el fútbol de la mano de Christian Rudzki, que nos ha enseñado a compartir y a vivir tantas lindas historias. Es muy grato disfrutar estos momentos de gloria, hoy ya es historia pero nos queda la amistad, que es lo mejor”, expresó a El Deportivo Web.
La mesa del club, con los protagonistas después de la cena, en medio de anécdotas
Con años encima, canas y algunos kilitos de más, la cena reunió a José Coutiño, “Caramelo” García, Daniel Petrongolo, Daniel Novao, Juan Amarillo, Daniel Verón, Nicolás Petrocco, Oscar Gaytán, Julio Carrizo, Mario Stampone, “Tito” Sánchez y el DT Rudzki. No asistieron “Titi” Bravo, Pedro Bolsán, Ramón Moreyra ni Juan Lafuente, estos dos últimos porque viven en otras provincias. Tampoco pudo acercarse “Pocho” Capolarini, masajista del grupo.
La pelota los unió en su momento, dejando todo en cada cancha y posicionando a Defensores de Maschwitz en lo más alto. Casi treinta años después, la amistad los volvió a juntar. Para ellos la pasión por el fútbol no cambia nunca.